Nuestra filosofía de trabajo se basa en tres pilares que nos permiten abordar los procesos de diseño arquitectónico de manera integral, garantizando un resultado que no solo sea funcional y estético, sino también satisfactorio para todas las partes involucradas.
Para lograrlo, hemos incorporado herramientas que hacen que el proceso sea más amable, centrándonos en la comunicación, la escucha y la transparencia, complementando nuestro conocimiento técnico como especialistas en bioclimática y Passivhaus.
Ejes transversales de nuestra filosofía de trabajo
- Nuestro compromiso con la eficiencia energética: Partimos de un profundo estudio del lugar y aplicamos nuestro conocimiento en arquitectura bioclimática y Passivhaus para diseñar edificaciones altamente eficientes en términos energéticos. Nuestro objetivo es crear espacios confortables durante todo el año, aprovechando sistemas de ahorro pasivo como la captación del sol en invierno, la ventilación cruzada, sistemas activos de climatización como la aerotermia con fotovoltaica, suelo radiante…
- Intérpretes de tus deseos: Sin importar la escala del proyecto, creemos que la participación activa del cliente en el proceso de diseño enriquece y hace que sea único. Establecemos un diálogo constante para asegurarnos de que todos los aspectos del diseño estén consensuados y reflejen los deseos y necesidades del cliente. Lo hacemos a través de reuniones tanto presenciales como a través de una comunicación online fluida.
- El componente emocional en el diseño: No subestimamos el aspecto emocional en nuestro trabajo. Reconocemos que el diseño arquitectónico no solo se trata de la forma y la función, sino también de cómo las personas se sienten en el espacio. Por lo tanto, damos especial atención a crear un ambiente cercano y tranquilo en el que el proyecto se desarrolle. Esto implica escuchar y comprender las preocupaciones y aspiraciones de nuestros clientes, así como mantener un ambiente de trabajo colaborativo y positivo en todo momento.
Diseñar y construir tu proyecto con Latitud 40 es, en definitiva, una experiencia amable y enriquecedora para todas las partes implicadas.