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— Preguntas frecuentes

Solemos decir que depende del proyecto, de la parcela, del Ayuntamiento o de la constructora. Como tiempos generales para el diseño del proyecto necesitamos unos seis meses y, para la construcción, el tiempo medio para una vivienda con materiales «tradicionales» es de un año aproximadamente. Pero en ocasiones los Ayuntamientos no son lo ágiles que nos gustaría para otorgar la Licencia de Obras, o las constructoras no tienen disponibilidad, o los tiempos en el diseño se retrasan un poco más por motivos específicos del proyecto. Si necesitas más información, podemos enviarte una línea del tiempo con el proceso más detallado.

Si bien en la actualidad los costes de la construcción son muy variables, entendemos que antes de comenzar se necesite tener un número sobre la mesa. Antes de empezar a dibujar solemos dar un precio inicial global de los costes de construcción, honorarios de técnicos, licencias, etc. para ajustar lo más posible los metros construidos al presupuesto disponible. Aunque siempre aconsejamos terminar el proyecto para que pueda ser medido y valorado por el/la aparejador/a y así obtener un número más certero a través del PEM (Precio de Ejecución Material).

Podemos asesorarte si estás dudando entre varias parcelas: te damos el apoyo para que puedas elegir la que mejor te conviene y la que podrá acoger el futuro proyecto de la manera más satisfactoria con menos inversión. Hacemos un análisis de la normativa, los accesos, la topografía, las redes de abastecimiento, sus condiciones bioclimáticas, las vistas, etc.

Dependiendo de los metros cuadrados construidos la reforma puede durar más o menos tiempo. Por nuestra experiencia, tardamos entre uno y dos meses aproximadamente en desarrollar el proyecto y se suele tardar por lo general desde tres meses hasta medio año en la ejecución de la obra. Todo depende del tamaño y del alcance de la obra.

Dependiendo de la reforma que haya que llevar a cabo, los servicios de arquitectura pueden ser cruciales. Si bien muchas constructoras ofrecen acometer los trabajos sin necesidad de tener un proyecto de arquitectura definido, nosotras sí lo recomendamos para:

1) Asegurar el tipo de licencia municipal que necesite tu reforma y que ésta cumpla con la normativa.

2) Poder pensar, dibujar y definir bien el proyecto para que todo el programa encaje en la vivienda existente sin tener que improvisar durante la obra.

3) Diseñar un mood-board de los acabados, para que el interior de los espacios sea armonioso. Proponemos, con el uso de montajes y fotografías, una serie de elementos y acabados para su definición y composición.

4) Conseguir unas mediciones exactas de los trabajos que habrá que ejecutar.  Gracias a tener un proyecto definido se puede cuantificar cada partida, quedando agrupadas por capítulos. Con esas mediciones se puede abrir una licitación de constructoras para poder elegir la que más interese, teniendo en cuenta también, disponibilidades e impresiones. Las constructoras cuantifican cada partida, así se pueden comparar «manzanas con manzanas». Sin estas mediciones, cada constructora enviaría su presupuesto con su formato y sería imposible comparar correctamente.

5) Hacer una dirección de obra adecuada, vigilando que el proyecto se ejecute conforme a los planos acotados. Se acortan los plazos de obra y se ejecuta con menos sorpresas y estrés. Sin un proyecto definido la propiedad queda a expensas de decisiones que la constructora pueda ir tomando sobre la marcha.

 

 

Para llevar a cabo la transformación de vuestro patio, es necesario que la Dirección del colegio esté convencida también de la necesidad de modificar algunas cosas. Si sois del AMPA del colegio podemos asesoraros tanto para iniciar el proyecto y conformar el grupo motor (junto con profesorado, cuidadoras de comedor y alumnado), como para guiaros en el co-diseño, hasta tener dibujado el proyecto de los nuevos patios deseados consensuado con todas las partes. Todo quedará recogido en un dossier para poder encontrar los recursos e ir llevándolo a cabo.

El proceso puede ser más o menos amplio, dependiendo de los intereses del colegio, del presupuesto y de los tiempos que se tengan. Se pueden incorporar al codiseño desde las familias, el alumnado y el profesorado en su totalidad mediante talleres específicos, encuestas o acciones en el patio, o restringirlo a un equipo inicialmente formado (por profesores clave, AMPA y delegados/as de curso) que sea el que vaya tomando las decisiones. El proceso se puede acotar a dos o tres meses, con un calendario con talleres e hitos definidos hasta conseguir el proyecto global.

Una vez terminado el proceso de diseño del patio, se agrupan los espacios y se priorizan. Las acciones que habrá que llevar a cabo quedarán ordenadas. Se definirán las partidas que pueden ir ejecutando las familias del colegio coordinadas por el AMPA (pinturas, elementos de madera si hubiera algún carpintero voluntario, trabajos de jardinería, etc.), los elementos que se pudieran comprar de manera aislada (árboles, bancos, pérgolas, toldos, columpios, etc.) o las obras que necesitan a una constructora para ser ejecutadas. Estos trabajos más complejos se definirán con más detalle para pedir presupuestos y solicitar alguna subvención o el apoyo concreto del Ayuntamiento para llevarse a cabo.

Con un proyecto definido, ir llevándolo a cabo por fases ya es cuestión de tiempo y de voluntad. ¡¡Desde Latitud 40 os ayudamos a ponerlo en marcha!!