Antes de fundar Latitud 40º viví unos años en Mozambique y en Chile . También trabajé con el Ayuntamiento de Madrid como dinamizadora en procesos de participación ciudadana y codiseño urbano. Aquellas experiencias me enseñaron a fluir con lo imprevisto y a trabajar con equipos multidisciplinares. Considero que la buena arquitectura y la creación de espacios armónicos otorgan salud y bienestar a las personas que la habitan. Disfruto con los inicios de proyecto, donde el abanico de posibilidades es infinito y en los que la cocreación lidera el proceso. Creo que ser resolutiva, tener sentido común y el saber mantener la calma son virtudes que me ayudan cada día.

Mi trayectoria profesional se ha centrado en tratar de mejorar el medio físico que nos rodea mediante la utilización de los recursos del entorno. Antes de fundar Latitud 40º, ya colaboraba en el desarrollo de proyectos con la premisa de la eficiencia energética en España pero también en Bruselas, donde nací y crecí. Me describen como diplomática y sensata. Disfruto mucho cuando pasamos a la fase en que hay que definir constructivamente el edificio, el momento en que detallamos cada encuentro y cada sistema constructivo ya con materiales específicos: me encanta el salto de la idea a la realidad y analizar cada detalle constructivo de los bocetos iniciales.